Los
que creen que el hombre es Dios, yerran; pues vemos que es concebido ("movido")
por necesidad y que se alimenta y envejece aun contra su voluntad. Unas veces
esta alegre, otras triste, y necesita de comida y bebida y vestidos. Vemos
además que es iracundo y envidioso y codicioso, que cambia en sus propósitos y
tiene mil defectos. Se corrompe también de muchos modos por obra de los
elementos y de los animales y de la muerte, que le esta impuesta. No es, pues,
admisible que el hombre sea Dios, sino obra de Dios. (Arístides 138-161 d.C.)
Hay
quienes enseñan que los hombres primitivos vivían como nómadas en los bosques y
en las llanuras. No se unían por lengua ni por ley. Al contrario, vivían en las
cuevas y en las grutas, usando las hojas y hierbas por cama. Servían de presa
para otros animales más fuertes que ellos y para las fieras. Con el tiempo, los
que sobrevivieron… buscaron la compañía de otros hombres para gozar de protección.
Al principio se comunicaron sólo por medio de señales sencillas; después
aprendieron el lenguaje más rudimentario. Poco a poco, dieron nombres a los
objetos y desarrollaron un sistema de comunicación… (Lactancio 304-313 d.C.)
Algunas
personas niegan que exista un poder divino. Otros se preguntan cada día si uno
pudiera existir. Y otros piensan que la materia del universo es resultado de
accidentes casuales y choques fortuitos, creyendo que el universo tiene su
forma por el movimiento de átomos de diferentes configuraciones… (Arnobio 305
d.C.)
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