No
se dejen seducir por doctrinas extrañas ni por fábulas anticuadas que son sin
provecho. Porque si incluso en el día de hoy vivimos según la manera del
Judaísmo, confesamos que no hemos recibido la gracia; porque los profetas
divinos vivían según Cristo Jesús. (Ignacio - 50-100 d.C.)
Es
absurdo hablar de Jesucristo y al mismo tiempo practicar el Judaísmo. Porque el
Cristianismo no creyó (se unió) en el Judaísmo, sino el Judaísmo en el
Cristianismo, en el cual toda lengua que creyó fue reunida a Dios. (Ignacio - 50-100
d.C.)
Pero
si alguno propone el Judaísmo entre ustedes no le escuchen, porque es mejor
escuchar el Cristianismo de uno que es circuncidado que escuchar el Judaísmo de
uno que es incircunciso. Pero si tanto el uno como el otro no les hablan de
Jesucristo, yo los tengo como lápidas de cementerio y tumbas de muertos, en las
cuales están escritos sólo los nombres de los hombres. (Ignacio - 50-100 d.C.)
Porque
en tanto que los griegos, al ofrecer estas cosas a imágenes insensibles y
sordas, hacen una ostentación de necedad, los judíos, considerando que están
ofreciéndolas a Dios, como si El estuviera en necesidad de ellas, deberían en
razón considerarlo locura y no adoración religiosa. (Diogneto - 125-200)
El
que los cristianos tengan razón, por tanto, manteniéndose al margen de la
insensatez y error común de los judíos, y de su excesiva meticulosidad y
orgullo. (Diogneto - 125-200)
Los
judíos hacen guerra contra los cristianos como extraños, y los griegos los
persiguen, y, pese a todo, los que los aborrecen no pueden dar la razón de su
hostilidad. (Diogneto - 125-200)
…
ni observan la superstición de los judíos. Pero, además, sus escrúpulos con
respecto a las carnes, y su superstición con referencia al sábado y la vanidad
de su circuncisión y el disimulo de sus ayunos y lunas nuevas, yo [no] creo que
sea necesario que tú aprendas a través de mí que son ridículas e indignas de
consideración alguna. (Diogneto - 125-200)
Los
judíos ya no la ofrecen, porque sus manos están llenas de sangre (Isaías 1:15);
pues rechazaron al Verbo, por medio del cual se ofrece a Dios el sacrificio. (Ireneo
- 180 d.C.)
Por
eso aun en nuestros tiempos lo que se lee en la Ley les parece una fábula a los
judíos. Es que no tienen aquello que lo explica todo, como es lo que toca a la
venida del Hijo de Dios hecho hombre... (Ireneo - 180 d.C.)
¿Por
qué el pueblo judío, infiel e ingrato con los favores de Dios, se apartó del
Señor, sino por la impaciencia? No pudiendo llevar con paciencia la tardanza de
Moisés, que estaba hablando con Dios, osó pedir dioses sacrílegos, llamando
guías de su peregrinación a una cabeza de toro y a un simulacro de arcilla, y
nunca desistió de mostrar su impaciencia, puesto que no aguantaba nunca las
amonestaciones y gobierno de Dios, llegando a matar a sus profetas y justos y
hasta llevar a la cruz y al martirio al Señor. (Cipriano - 250 d.C.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario