miércoles, 16 de diciembre de 2015

Judíos


No se dejen seducir por doctrinas extrañas ni por fábulas anticuadas que son sin provecho. Porque si incluso en el día de hoy vivimos según la manera del Judaísmo, confesamos que no hemos recibido la gracia; porque los profetas divinos vivían según Cristo Jesús. (Ignacio - 50-100 d.C.)  

Es absurdo hablar de Jesucristo y al mismo tiempo practicar el Judaísmo. Porque el Cristianismo no creyó (se unió) en el Judaísmo, sino el Judaísmo en el Cristianismo, en el cual toda lengua que creyó fue reunida a Dios. (Ignacio - 50-100 d.C.)  

Pero si alguno propone el Judaísmo entre ustedes no le escuchen, porque es mejor escuchar el Cristianismo de uno que es circuncidado que escuchar el Judaísmo de uno que es incircunciso. Pero si tanto el uno como el otro no les hablan de Jesucristo, yo los tengo como lápidas de cementerio y tumbas de muertos, en las cuales están escritos sólo los nombres de los hombres. (Ignacio - 50-100 d.C.)  

Porque en tanto que los griegos, al ofrecer estas cosas a imágenes insensibles y sordas, hacen una ostentación de necedad, los judíos, considerando que están ofreciéndolas a Dios, como si El estuviera en necesidad de ellas, deberían en razón considerarlo locura y no adoración religiosa. (Diogneto - 125-200)  

El que los cristianos tengan razón, por tanto, manteniéndose al margen de la insensatez y error común de los judíos, y de su excesiva meticulosidad y orgullo. (Diogneto - 125-200)  

Los judíos hacen guerra contra los cristianos como extraños, y los griegos los persiguen, y, pese a todo, los que los aborrecen no pueden dar la razón de su hostilidad. (Diogneto - 125-200)  

… ni observan la superstición de los judíos. Pero, además, sus escrúpulos con respecto a las carnes, y su superstición con referencia al sábado y la vanidad de su circuncisión y el disimulo de sus ayunos y lunas nuevas, yo [no] creo que sea necesario que tú aprendas a través de mí que son ridículas e indignas de consideración alguna. (Diogneto - 125-200)  

Los judíos ya no la ofrecen, porque sus manos están llenas de sangre (Isaías 1:15); pues rechazaron al Verbo, por medio del cual se ofrece a Dios el sacrificio. (Ireneo - 180 d.C.)  

Por eso aun en nuestros tiempos lo que se lee en la Ley les parece una fábula a los judíos. Es que no tienen aquello que lo explica todo, como es lo que toca a la venida del Hijo de Dios hecho hombre... (Ireneo - 180 d.C.)  

¿Por qué el pueblo judío, infiel e ingrato con los favores de Dios, se apartó del Señor, sino por la impaciencia? No pudiendo llevar con paciencia la tardanza de Moisés, que estaba hablando con Dios, osó pedir dioses sacrílegos, llamando guías de su peregrinación a una cabeza de toro y a un simulacro de arcilla, y nunca desistió de mostrar su impaciencia, puesto que no aguantaba nunca las amonestaciones y gobierno de Dios, llegando a matar a sus profetas y justos y hasta llevar a la cruz y al martirio al Señor. (Cipriano - 250 d.C.)
 
 

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