Los
apóstoles recibieron el Evangelio para nosotros del Señor Jesucristo… y
confirmados en la palabra de Dios con plena seguridad por el Espíritu Santo,
salieron a proclamar las buenas nuevas de que había llegado el reino de Dios. Y
así, predicando por campos y ciudades, por todas partes, designaron a las
primicias (de sus labores), una vez hubieron sido probados por el Espíritu,
para que fueran obispos y diáconos de los que creyeran. Y esto no lo hicieron
en una forma nueva; porque verdaderamente se había escrito respecto a los
obispos y diáconos desde tiempos muy antiguos; porque así dice la escritura en
cierto lugar: Y nombraré a tus obispos en justicia y a tus diáconos en fe. (Clemente
de Roma 30-100 d.C.)
…Y
si se daba el caso de venir alguno de los que habían seguido a los ancianos, yo
trataba de discernir los discursos de los mismos ancianos: qué habían dicho
Andrés, qué Pedro, qué Tomás o Santiago, o Juan o Mateo, o cualquier otro de
los discípulos del Señor, y lo que dicen Aristión y el anciano Juan, discípulos
del Señor. Porque no pensaba yo que los libros pudieran serme de tanto provecho
como lo que viene de la palabra viva y permanente." (Papías 120 d.C.)
Mateo,
(que predicó) a los Hebreos en su propia lengua, también puso por escrito el
Evangelio, cuando Pedro y Pablo evangelizaban y fundaban la Iglesia. Una vez
que éstos murieron, Marcos, discípulo e intérprete de Pedro, también nos
transmitió por escrito la predicación de Pedro. Igualmente Lucas, seguidor de
Pablo, consignó en un libro «el Evangelio que éste predicaba». Por fin Juan, el
discípulo del Señor «que se había recostado sobre su pecho», redactó el
Evangelio cuando residía en Efeso. (Ireneo 180 d.C.)
La
Iglesia fundada y constituida en Roma por los dos gloriosísimos Apóstoles Pedro
y Pablo, que desde los Apóstoles conserva la Tradición y «la fe anunciada» a
los hombres por los sucesores de los Apóstoles que llegan hasta nosotros...
Luego de haber fundado y edificado la Iglesia los Apóstoles, entregaron el
servicio del episcopado a Lino: a este Lino lo recuerda Pablo en sus cartas a Timoteo.
Anacleto lo sucedió. Después de él, en tercer lugar desde los Apóstoles,
Clemente heredó el episcopado, el cual vio a los Apóstoles y con ellos
confirió, y tuvo ante los ojos la predicación y Tradición de los Apóstoles que
todavía resonaba; y no él solo, porque aún vivían entonces muchos que de los
Apóstoles habían recibido la doctrina… Y esto muestra plenamente que la única y
misma fe vivificadora que viene de los Apóstoles ha sido conservada y
transmitida en la Iglesia hasta hoy. (Ireneo 180 d.C.)
Finalmente
la Iglesia de Efeso, que Pablo fundó y en la cual Juan permaneció hasta el tiempo
de Trajano, es también testigo de la Tradición apostólica verdadera… (Ireneo 180
d.C.)
La
palabra “apóstoles” significa Enviados… (Tertuliano 197 d.C.)
Cuán
dichosa es esta Iglesia, en la que los apóstoles derramaron toda su doctrina
juntamente con su sangre, donde Pedro sufrió una pasión semejante a la del
Señor, donde Pablo fue coronado con un martirio semejante al de Juan
(Bautista), donde el apóstol Juan fue sumergido en aceite ardiente sin sufrir
daño alguno, para ser luego relegado a una isla… (Tertuliano 197 d.C.)
Porque,
así como los apóstoles no enseñaron cosas diversas entre sí, así los varones
apostólicos no enseñaron cosas contrarias a las de los apóstoles; a no ser que
se admita que una cosa aprendieron de los apóstoles, y otra predicaron… (Tertuliano
197 d.C.)
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