Antes del bautismo, debe procurarse que el que lo administra, el que va a ser bautizado, y otras personas, si pudiere ser, ayunen. Al neófito, le harás ayunar uno o dos días antes. Es preciso que vuestros ayunos no sean parecidos a los de los hipócritas, puesto que ellos ayunan el segundo y quinto día de cada semana. En cambio vosotros ayunaréis el día cuatro y la víspera del sábado. (Didaché 80-140 d.C.)
El
dar limosna es, pues, una cosa buena, como el arrepentirse del pecado. El ayuno
es mejor que la oración, pero el dar limosna mejor que estos dos. Y el amor
cubrirá multitud de pecados, pero la oración hecha en buena conciencia libra de
la muerte. Bienaventurado el hombre que tenga abundancia de ellas. Porque el
dar limosna quita la carga del pecado. (Segunda Clemente 150 d.C.)
…volvamos
a la palabra que nos ha sido entregada desde el principio, siendo sobrios en la
oración y constantes en los ayunos, rogando al Dios omnisciente, con
suplicaciones, que no nos deje caer en la tentación, según dijo el Señor: El
espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil. (Policarpo 135
d.C.)
«Toda
pregunta requiere humildad. Ayuna, pues, y recibirás del Señor lo que has
pedido.» Así que ayuné un día... (Hermas 150 d.C.)
…yo
te enseñaré que es un ayuno completo y aceptable al Señor. Escucha», dijo;
«Dios no desea un ayuno tan vano; porque al ayunar así ante Dios no haces nada
por la justicia. Pero observa [ante Dios] un ayuno así: no hagas maldad en tu
vida, y sirve al Señor de puro corazón; observa sus mandamientos y anda en sus
ordenanzas, y que ningún mal deseo se levante en tu corazón; si no cree en
Dios. Entonces, si haces estas cosas y le temes y te abstienes de todo mal, vivirás
para Dios; y si haces estas cosas, guardarás un gran ayuno, un ayuno aceptable
a Dios...
Este
ayuno», dijo él, «si se guardan los mandamientos del Señor, es bueno. Esta es,
pues, la manera en que has de guardar este ayuno [que estás a punto de observar].
Ante todo, guárdate de toda mala palabra y de todo mal deseo, y purifica tu
corazón de todas las vanidades de este mundo. Si guardas estas cosas, este
ayuno será perfecto para ti. Y así harás. Habiendo cumplido lo que está
escrito, en el día en que ayunes no probarás sino pan y agua; y contarás el
importe de lo que habrías gastado en la comida aquel día, y lo darás a una
viuda o a un huérfano, o a uno que tenga necesidad, y así pondrás en humildad
tu alma, para que el que ha recibido de tu humildad pueda satisfacer su propia
alma, y pueda orar por ti al Señor. Así pues, si cumples así tu ayuno, según te
ha mandado, tu sacrificio será aceptable a la vista de Dios, y este ayuno será
registrado; y el servicio realizado así es hermoso y gozoso y aceptable al
Señor. (Hermas 150 d.C.)
A
cuantos se convencen y aceptan por la fe que es verdad lo que nosotros
enseñamos y decimos, y prometen ser capaces de vivir según ello, se les
instruye a que oren y pidan con ayunos el perdón de Dios para sus pecados
anteriores, y nosotros oramos y ayunamos juntamente con ellos. Luego los
llevamos a un lugar donde haya agua… (Justino Mártir 160 d.C.)
Además,
ha de contentarse con la comida y la bebida más simple, no por causa de su
estómago, sino de su espíritu: de ordinario el ayuno sirve de alimento a la
oración, pasando los días y las noches ante el Señor con gemidos, lágrimas y
sollozos… (Tertuliano 197 d.C.)
Consideramos
como prohibido ayunar o hacer oración de rodillas en domingo, y el mismo
privilegio disfrutamos desde el día de Pascua al de Pentecostés… (Tertuliano 197
d.C.)
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