miércoles, 22 de abril de 2015

Himnos


Por tanto, en su amor concorde y armonioso se canta a Jesucristo. Y ustedes, cada uno, forman un coro, para que estando en armonía y concordes, y tomando la nota clave de Dios, podáis cantar al unísono con una sola voz por medio de Jesucristo al Padre, para que Él pueda oírlos y, reconocer por sus buenas obras que son miembros de su Hijo. (Ignacio 50-100 d.C.)  

OH, TIERNO Y BUEN PASTOR 
Oh, tierno y buen pastor que guías con amor la juventud;
Oh, soberano Rey, haz que con plena fe cumplamos bien tu ley, con gratitud.
Santo eres tú Señor, poder transformado, nuestro sostén.
Cumpliste tu misión de nuestra redención; sufriste humillación por nuestro bien.
Oh sumo mediator, a todo cruel dolor alivio das;
Que en duda y aflicción al débil corazón brindas consolación y dulce paz.
Se nuestro buen pastor, constante inspirador de nuestra acción.
Hijo del santo Dios, que al ir de ti en pos sea tu grata voz, la dirección. (Clemente de Alejandría 195 d.C.) 

¿Cómo podré expresar la felicidad de aquel matrimonio que ha sido contraído ante la Iglesia…? Unidos en la Iglesia de Dios… El canto de los salmos y de los himnos resuena a dos voces, y los dos entablan una competencia para cantar mejor a su Dios. Al ver y oír esto, Cristo se llena de gozo y envía sobre ellos su paz. (Tertuliano 197 d.C.)

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