Por tanto, en su amor concorde y armonioso se canta a Jesucristo. Y ustedes, cada uno, forman un coro, para que estando en armonía y concordes, y tomando la nota clave de Dios, podáis cantar al unísono con una sola voz por medio de Jesucristo al Padre, para que Él pueda oírlos y, reconocer por sus buenas obras que son miembros de su Hijo. (Ignacio 50-100 d.C.)
OH, TIERNO Y BUEN PASTOR
Oh, tierno y buen pastor que guías
con amor la juventud;
Oh, soberano Rey, haz que con plena
fe cumplamos bien tu ley, con gratitud.
Santo eres tú Señor, poder
transformado, nuestro sostén.
Cumpliste tu misión de nuestra
redención; sufriste humillación por nuestro bien.
Oh sumo mediator, a todo cruel dolor
alivio das;
Que en duda y aflicción al débil
corazón brindas consolación y dulce paz.
Se nuestro buen pastor, constante
inspirador de nuestra acción.
Hijo del santo Dios, que al ir de ti
en pos sea tu grata voz, la dirección. (Clemente de Alejandría 195 d.C.)
¿Cómo
podré expresar la felicidad de aquel matrimonio que ha sido contraído ante la
Iglesia…? Unidos en la Iglesia de Dios… El canto de los salmos y de los himnos
resuena a dos voces, y los dos entablan una competencia para cantar mejor a su
Dios. Al ver y oír esto, Cristo se llena de gozo y envía sobre ellos su paz. (Tertuliano
197 d.C.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario