miércoles, 29 de abril de 2015

Impuestos


En cuanto a los tributos y contribuciones, nosotros antes que nadie procuramos pagarlos a quienes vosotros habéis designado para ello en todas partes: así se nos enseñó. Cuando se le acercaron algunos para preguntarle si había que pagar el tributo al César, Él respondió: ¿De quién es esta imagen y esta inscripción? Le respondieron: Del César. Entonces les dijo: Den, pues, al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios (Mateo 22:20-21). Por eso, sólo adoramos a Dios, pero en todo lo demás les servimos a ustedes con gusto, reconociendo que son emperadores y gobernantes de los hombres y rogando que, junto con el poder imperial, se advierta que también son hombres de prudente juicio. (Justino Mártir 160 d.C.)  

«Por eso pagan tributos, pues son ministros de Dios y en eso ejercitan un servicio» (Romanos 13:6). El Señor confirmó lo mismo, no haciendo caso de los engaños del diablo, cuando mandó a Pedro pagar a los cobradores el tributo por sí y por él, porque «son ministros de Dios y en eso ejercitan un servicio»… (Ireneo 180 d.C.)

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